domingo, 14 de junio de 2015

Pag 5 16 de abril, un Día de Retos

Nos sentíamos desmotivados, sentíamos que los ancianitos no tenían ganas de recibirnos, incluso pensábamos que se habían cansado de nuestras visitas; se rumoreaba que no se expresaban bien de nosotros.  Notamos que ellos no querían ya, recibir nuestra ayuda o compañía.  Al llegar a la casa geriátrica, nos reunimos y las chicas tuvieron la brillante idea de bailar para presentarles como un show a ellos, mientras que los chicos trataríamos de entablar conversación con los pacientes.  Rodrigo,  Diego y yo nos fuimos a hablar con un señor llamado Moisés, una persona con una mentalidad muy negativa, se percibía su mal humor pero era porque no se sentía contento en esa casa y tenía muchas ganas de irse.   Al final, logramos ofrecerles una visita entretenida terminando todos felices.



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